A los árboles. Les tengo una estima cercana a la veneración, en parte porque son una conexión con la inmensidad del cosmos, algo como un puente entre cielo y tierra o un pasaporte al pasado y al futuro al mismo tiempo. Que esta nota valga, pues, para que apreciemos más la maravilla que es poder disfrutar de los árboles en la ciudad. Sin dudas son la mejor herencia que nos puede llegar y también el mejor legado que podemos dejar. Probá mirar el cielo estrellado, buscar dónde el cielo se junta con el mar, caminar en la montaña o estar cerca de un árbol añejo y vas a sentir que somos un instante fugaz y que los verdaderos protagonistas de la infinitud están en la naturaleza. Aquí van mis preferidos en clave de colores, desde Buenos Aires.

1. Jacarandás / violeta

Carlos Thays, el gran naturalista y paisajista que diseñó muchos de los parques más bellos de Argentina, desde los Bosques de Palermo hasta el San Martín en Mendoza Capital– trajo del norte del país tipas, lapachos y jacarandás. Sólo en Buenos Aires de los últimos contamos con 11.000 ejemplares de esta especie americana típica del clima tropical. Si te querés hacer una panzada, los mejores lugares para encontrarlos son Palermo, Recoleta y Belgrano siendo protagonistas indiscutidos en las avenidas Del Libertador, Cabildo y Figueroa Alcorta. Estamos justo en época para empezar a verlos florecer (noviembre), con su bello color violáceo encendiendo las calles. Podés encontrar los jacarandás de tu barrio chequeando el siguiente mapa 

2. Lapachos / rosado

Fueron plantados en gran número, junto a ceibos, tipas y palos borrachos, con una idea en mente: que florecieran escalonadamente para que las calles porteñas estuvieran salpicadas de color cada primavera. Los lapachos pueden tener flores amarillas o rosas, en Buenos Aires te toparás más seguido con los segundos. En las provincias de de Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, Santiago del Estero, Formosa y Chaco también hay muchos hermosos ejemplares para disfrutar. Son perennes, conservan sus hojas durante el invierno y al dejarlas caer, es el turno de las flores acampanadas para aparecer. Dependiendo en qué región estén, los lapachos rosados florecen entre octubre y septiembre. Por este año ya el espectáculo pasó pero nos quedaron éstas hermosas postales…

La especie se llama Tabebuia impetiginosa y es nativa de Sudamérica. Ya las poblaciones guaraníes, en Paraguay, usaban las flores para hacerse infusiones medicinales porque el extracto que se obtiene a partir de la cocción de sus hojas funciona como un potente cicatrizante y antimicótico. También sus raíces son un biorremediador natural de los suelos. contaminados.

Uno de los lapachos que tengo la suerte de cruzar seguido es el  Figueroa Alcorta y Mariscal Ramón Castilla. Ésta foto se la saqué desde la moto hace un par de años, esa copa rosada me fascina…

3. Ceibos / rojo

Seguramente los conocerás como los árboles nacionales y las flores del país, tanto si vivís en Argentina o Uruguay. Justo ahorita están brindándonos su energía colorada porque estamos en el momento de floración (noviembre-diciembre). Les gusta crecer en zonas pantanosas y los cruzarás por el noreste y centroeste de Argentina, el este de Bolivia, el sur de Brasil, gran parte de Paraguay, y casi todo Uruguay.

Lucen desfachatados con esas copas frondosas al punto que me transmiten una sensación de espontaneidad que, al ver en detalle esas flores y su geometría, se entrevera con pura sofisticación.

4. Gomeros / verde

Si bien no es una especie americana como el resto sino que proviene de India e Indonesia, los gomeros tienen un título en Buenos Aires que ningún otro árbol posee: uno de ellos es el más antiguo de la ciudad y lo podés visitar en la Plaza San Martín de Tours del barrio de la Recoleta. Según está documentado, desde 1.781 el ejemplar se yergue allí aunque por entonces el lugar era una granja gigante propiedad de Martín José de Altolaguirre, célebre agrónomo del siglo XVIII. Imagínense ese terreno como un campo extenso, propiedad privada desde el huerto de los Recoletos hasta las orillas del Río de La Plata. Una de las particularidades de los gomeros es que si se produce una herida en la corteza del árbol, el látex fluye abundantemente, por lo que al realizar podas es conveniente cubrir los cortes con ceniza o polvo de carbón para evitar el sangrado. No hace mucho contamos la historia de un ombú histórico que estuvo en problemas, ¿recordás?

Hay algo que es indiscutible, la frondosidad de los gomeros es única. Ellos me llevan a recuerdos de infancia, porque todos los días me cruzaba con uno camino a la librería de mamá. Nunca dejaba de sorprenderme y asustarme un poco, por tanta ampulosa presencia.

5.  Tipas – Amarillo

Último pero no por ello menos lindas: las tipas, originario de Argentina y Bolivia. Estamos en época para ver la lluvia de flores amarillas que se avecina. Agendate estos lugares donde encontrarlos: Avda del Libertador, frente al Parque Tres de Febrero, Parque Lezama, Plaza San Martín y la Av. Alem. A no desanimarse si no vivís cerca de esos puntos porque, quienes saben, dicen que casi no existe plaza que no tenga un ejemplar así que ¡a estar atentos a la lluvia amarilla!

Fuente: https://elcaballeroespanol.blogspot.com.ar/[/caption] Ésta foto es de un viaje hace unos años a Rosario, donde también hay muuuuchas tipas:

Recomendado, visitar el Jardín Botánico donde hay muuuuchos arbolitos bellos con su descripción para aprender las diferentes especies y orígenes.

Sitios recomendados sobre árboles: Para ubicar todas las especies de árboles de la Ciudad https://arboladourbano.com.ar/ Para hacer caminatas y descubrir los árboles frutales de tu barrio https://www.facebook.com/LaCiudadNosRegalaSabores/ Sobre árboles medicinales click aquí.