04 Sep Huerta en primavera: qué sembrar, cuidados e insecticidas naturales

El otoño tiene esa luz dorada y melancólica y ese aire algo cansino de quien se resigna lentamente a entrar al letargo del invierno. Desde el 21 de junio -desde este lado del Ecuador- todos nos predisponemos a sumar capas de ropa a nuestro cuerpo al tiempo que las ramas de los árboles hacen lo inverso, dejando caer sus retoños para que el sol timorato logre pasar por entre medio suyo, intentando acariciarnos con sus rayos que, muy apenas, logran calentar nuestros lomos.

Con agosto llegan las esperanzas de mangas cortas y pieles tostadas, subiendo las expectativas de menor a mayor como sube el volumen del canto de pájaros y murmullo de humanos, que sienten la anticipación de la primavera. A los aficionados a la huerta (en maceta, en tierra directa, verticales), la llegada de un nuevo equinoccio nos encuentra casi histéricos de tanto soñar con brotes y frutos, a algunos nos pilla con pala en mano, a otros con arsenales de semillas esperando zarpar tierra adentro para explotar después. A todos, la primavera nos da energía dorada, verde y multicolor, pluriforme, aromada, en un baile de vida y contornos exuberantes.

Como la ansiedad me está matando vengo a compartirles lo que tenemos que saber para armar nuestra huerta esta primavera. Así que ponganse todos listos… en sus marcas… ¡a sembrar!

Se vienen las estaciones con mayor radiación solar lo que significa una cosa: son los momentos ideales para sembrar la mayor cantidad de hortalizas.

• ¿Qué se puede sembrar en esta época?

· Verduras de hojas, todas (acelga, lechugas, apio, rúcula, espinacas, cebollas de verdeo, repollo, etc)

· Tomates, albahaca, apio, cebolla,

· Pimientos, perejil, cilantro,

· Berenjenas, brócoli,

· Pepinos

· Algunas legumbres, como porotos o habas, arvejas,

· Zapallo y zapallitos de tronco

· Frutas como sandía y melón

Para tener los mejores consejos sobre cómo proceder me valí de los consejos de Miguel, un fiel lector que trabaja en estos metiés y que nos brindó su asesoramiento y palabra de experto para que nuestra huerta sea un éxito.

• Primer paso

Hay que empezar por sembrar aquellas hortalizas que van en almácigos y que luego serán trasplantados a su lugar definitivo en la huerta, como por ejemplo la lechuga, el tomate, los pimientos, etc.

Los almácigos son una buena opción para reproducir plantas a partir de sus semillas en aquellos casos en que la siembra directamente sobre el terreno puede presentar dificultades. Además, permite mantener bajo control las condiciones de germinación de la semilla y el posterior desarrollo de la planta hasta el momento de pasarla a su lugar definitivo en la huerta.

Los almácigos pueden ser sobre el suelo o en recipientes. La receta para hacer almácigos reza así: una parte de tierra negra, una parte de compost o turba (se puede comprar en viveros) y una parte de arena, para que permita tener un lugar fértil y bien drenado.

El almácigo directamente hecho en el suelo (algo que no sabía que se podía hacer) se hace con las mismas proporciones que si fuera en un recipiente sólo hay que tener un poco más de cuidado al retirar la plantita para su trasplantado, y lograr que su raíz no debe que0e desnuda y se rompa. Cuando tengas que reubicar tu plantín, podés ayudarte con una cuchara o pala pequeña y llevarla a su lugar definitivo. Un dato importante: el almácigo en el suelo requerirá menos riego que el de recipiente, ya que tendrá menos drenaje de agua que este último.

• Segunda camada

Todavía hay que esperar unos días más para que la temperatura de la tierra sea un poco más elevada (12° a 14°) para empezar a sembrar las hortalizas que van directamente en el suelo, en su lugar definitivo. Por ejemplo: legumbres, zapallo, zapallito de tronco, etc. El lugar donde va la huerta debe tener la tierra suelta, no apelmazada, que permita el desarrollo de las plantas, sobre todo aquellas que son tubérculos, como los rabanitos. Se necesita de una tierra bien abonada, que se puede lograr con compost casero o comprado.

• Algunos insecticidas caseros

En mi caso, aún no empecé a sembrar y ya tengo mi primera (mini) plagua: ¡el pulgón! Así que consideré interesante tener a mano estos trucos para ahuyentar a esos bichitos que no son del todo bienvenidos en nuestros cultivos:

· Cenizas de madera: se colocan alrededor de las plantas para prevenir el ataque de caracoles, babosas y algunas isocas que afectan a las verduras de hojas.

· Alcohol de ajo: fácil de hacer, procesar en una licuadora 4-5 dientes de ajo, colocarlos en un recipiente con ½ lts de agua y ½ lts de alcohol (del que se vende en farmacias), dejar reposar una noche, colarlo y guardarlo en un frasco en la heladera. Pulverizar sobre las plantas atacadas. Elimina ácaros, pulgones y algunas isocas.

· Agua Jabonosa: el más archiconocido de los remedios caseros para plagas: agua con jabon blanco neutro (el mismo de lavar ropa), esparcirlo sobre las plantas previene del ataque de pulgones, acaros y cochinilla.

· Arroz para ahuyentar hormigas: Es simple, disolver 200 grs de sulfato de cobre (se compra en cualquier ferretería) en un lts de agua, agregar 2 tazas de arroz y dejar reposar hasta que el arroz tome una coloración azulada. Esparcir por los caminitos de las hormigas, que las llevarán hasta el hormiguero. Dentro del hormiguero, la acción del calor del lugar y la humedad del mismo hará que se libere el sulfato de cobre y combata las hormigas. ¡Atención!  Su efectividad irá decayendo con el correr de los días porque las hormigas son muy inteligentes y (a diferencia de los humanos :P)  no cometerá dos veces el mismo error de llevar ese arroz a su nido.

Fuente fotografías: Pablo Flores, Christopher Paquette, Susana Secretariat