09 Dic Reutilizar partes celulares en lentes para no videntes
Reutilizar partes de celulares para crear lentes inteligentes para personas no videntes es una gran idea que se le ocurrió a un grupo de cordobeses que querían que vivir con esta discapacidad no privara a más personas de tener una vida independiente y feliz.
Movilidad para personas no videntes: la problemática
Hay situaciones en las que uno no piensa hasta que no le tocan de cerca. Una muy clara: ponerse en los zapatos de una persona no vidente que sale a la calle sabiendo que muchos obstáculos inesperados lo esperan en el camino.
En esos casos el bastón no ayuda porque de la cintura para arriba hay muchos peligros también. Los carteles, toldos, árboles torcidos y hasta aire acondicionados, colocados de cualquier manera, pueden resultar un peligro para quienes caminan sin ver.
Estas trabas hacen que salir a hacer una compra o ir a estudiar se conviertan en una odisea a la que muchos, con el tiempo, ya no quieren asomarse.
Lucas Sala es cordobés e Ingeniero en Sistemas de Información. En 2016 sintió la necesidad de dar una solución a esta problemática al notar cómo su primo no vidente, recién llegado a la ciudad, encontraba difícil hasta ir a la facultad cada día.
«La arquitectura no es accesible y nosotros como sociedad tampoco somos inclusivos», asegura Lucas en conversación con Alternativa Verde. Por estos motivos relata que su primo «se empezó a golpear con los bordes de las paredes, con árboles e incluso en el traslado implicaba demora y desorientación. Por eso pensé en hacer algo con la tecnología para ayudarlo en esas tareas cotidianas».
Con el objetivo de integrar a personas con discapacidad visual en entornos urbanos y devolverles la confianza Lucas creó unos lentes inteligentes que se vinculan a dos aplicaciones móviles que detectan obstáculos y evitar las lesiones de la cintura para arriba.
Para la construcción de los lentes usó lo que tenía en desuso en la casa: celulares viejos. Tomó los parlantes, la cámara, el micrófono y reutilizó hasta a la batería.
«Ahora estamos haciendo pruebas moliendo el plástico de las carcasas e inyectarlo en moldes para los marcos de los lentes. También hicimos campaña de recolección de celulares y evitamos la basura tecnológica de los 10 millones que se descartan al año y que sólo se recicla 2%».
A su vez, a los que sí funcionan se lo dan a quienes lo necesitan en la familia pero que no lo pueden adquirir. «Nosotros borramos todo, instalamos las aplicaciones y podemos brindarlo a quien lo necesite», comenta.
Mejorar la calidad de vida de los no videntes
«En el 70% de los casos una persona del núcleo familiar se convierte en un asistente las 24 horas del día. Con este canal de asistencia remota se puede apoyar y acompañar pero de una forma distinta en la que todos ganan autonomía», sostiene Lucas.
Para lograr esta asistencia remota los lentes tienen un sensor láser y dos motores vibradores (uno en cada patilla) que detectan lo que está por delante en un rango de 1.20 metros. Al hacer un barrido si se encuentra un toldo o un cartel, la patilla del lente vibra dependiendo de qué lado esté el obstáculo. «Así se puede levantar la mano, tantear y evitar la lesión».
También se le incluyó una cámara digital, un reconocedor de voz, un parlante y una placa blue tooth. «Si la persona se desorienta, dice “ayuda” y se manda un mensaje a las personas que se tenga precargadas (mamá, papá, primo, psicólogo). Así a través de la cámara quien esté conectado puede acceder y ser sus ojos en esa situación».
«La otra función va con el reconocedor de voz y el parlante y sirve para orientar al lugar de referencia más cercano. Y también se pueden ir grabando destinos a los que habitualmente van y cuando esté guardado, decís “casa” y te va guiando en caso que vos te desvíes», enumera Lucas.
Reutilizar partes de celulares viejos, una idea con triple beneficio
Este proyecto, que nació para ayudar a un primo, ya tiene a tres personas más usando estos lentes inteligentes y a 150 casos con intención de compra. Además CAECUS, así se bautizó al emprendimiento, ganó los Premios Mayma este 2018 y busca seguir creciendo y alcanzando a todos los que los necesiten.
Cada caso es distinto y requiere un acompañamiento especial que brinda todo el equipo CAECUS que consta de psicólogos, un profesor en movilidad, dos ingenieros en sistemas y una comunidad detrás que se compromete con la causa.
Una idea innovadora que tiene su pata ambiental, social y económica merece seguir creciendo. ¡Hagamos que todos la conozcan!
Para contactarlos web – Facebook
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