Ésta fue una de mis primeras notas sobre el poder del diseño cuando se conjuga con la sustentabilidad. A través de los años no paré de conocer gente que también desanda el camino del eco diseño. Una señal de que somos más buscando lo mismo: respetar la madre tierra.
La bióloga/artesana/creativa Anabella Aguilera es otra integrante de la lista de diseñadores sustentables. Hace ya varios años atrás las circunstancias de la vida complotaron para ello. Su proyecto/criatura/hija se llamó Lúcuma Volátil.
El nacimiento de una marca de billeteras, monederos y accesorios hechos con reciclado
Anabella comenzó a confeccionar billeteras, monederos y accesorios en Perú allá por 2009. Allí llegó por una beca que era por un semestre y que terminó siendo por dos. Sólo que el primer tramo fue todo pago por la universidad pero para el segundo tuvo que buscarle la vuelta para generar ingresos y poder quedarse.
Al no poder trabajar porque tenía visa de estudiante, sacó a relucir sus saberes de costurera y así dio a luz a su marca, Lucuma Volátil.
Este fue un emprendimiento de ecodiseño que inició junto con quien fuera su novio. Las más lindas billeteras y monederos empezaron a cobrar forma reutilizando lo que muchas veces se considera basura. “A mí me encantan las cosas viejas y vintage por eso todo lo que hacemos tiene cierto estilo retro”, contó Ana.
“Comenzamos reutilizando envases de tetrabrik, papel de revistas; y hace unos meses nos animamos a reutilizar banners publicitarios”.
“De todas maneras, nuestra cadena de reutilización recién comienza!”, se entusiasma y nosotros con ella, al ver este mundo de accesorios que son una explosión de color. Es reconfortante saber que cuando una persona pone a rodar una iniciativa, siempre hay amigos, vecinos y desconocidos que están dispuestos a dar una mano.
Ana recapituló: “comenzamos a trabajar con el tetrabrik y usábamos los que provenían del consumo familiar, luego los conocidos del trabajo y del barrio comenzaron a guardarnos. Es muy gratificante ver que la gente colabora y se toma en serio estos temas. Las chicas de la farmacia cercana a casa comenzaron a guardarnos los tetrabriks y a informar al resto que nosotros juntábamos. Ahora mucha gente del barrio nos guarda los envases!”.
Las lonas publicitarias (banners) son más difíciles de conseguir porque el tamaño dificulta guardarlas y la mayoría hace lo más fácil y los tira.
Lúcuma existe porque para sus dos hacedores “hacer cosas con las manos, crear e imaginar nos hace bien. Pero además, este proyecto es la manera que nosotros tenemos de contribuir en beneficio de nuestro planeta”.
“Uno de los grandes problemas de estos tiempos es la acumulación indefinida de basura. En nuestro caso, lo que hacemos es transformar materiales de descarte en objetos útiles, disminuyendo, en una medida muy pequeña, la producción de basura. Creemos que las pequeñas cosas hacen mucho y Lúcuma Volátil es nuestro granito de arena”.
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Es muy cierto que cuando uno se empeña en hacer lo que ama, el mundo conspira a tu favor. Así de misteriosamente obra la vida, que Alternativa va teniendo cada vez más amigos.
Como anécdota vale decir que tengo una billetera hecha con reciclado de tetrabricks de Lúcuma desde hace 8 años. La cuido y la valoro como lo que es: una pieza única. Además, después de hacer esta nota, Ana y yo nos convertimos en amigas.
Hoy ella trabaja como bióloga en Europa y yo sigo evocando esas creaciones magníficas que me siguen dando alegría.
Actualización: Lúcuma Volátil hace ya varios años que no existe más. Pero considero que sus creaciones pueden servir de inspiración a muchxs.
Gracias Ana por las hermosas fotos que ilustran la nota y a seguir reciclando y creando.