Alternativa Verde | Un año sin plásticos: el ejemplo de Merren Tait
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Un año sin plásticos: el ejemplo de Merren Tait

Esta semana me propuse vivir sin consumir plásticos y quiero comenzar el desafío compartiéndoles esta nota a una mujer que se animó a la experiencia plastic free extrema: ¡un año entero sin comprar nada que tenga a este material de por medio! La encontré a través de Rob Greenfield, a quien ya conocimos por rescatar comida en buen estado de la basura y alimentarse de ella quien la entrevistó. Aquí debajo la adaptación de AV sobre la charla entre estos dos paladines de la sostenibilidad.

Merren Tait  es una vecina de un pueblo en Nueva Zelanda que un buen día  vío un documental sobre el efecto del plástico en las poblaciones de albatros llamado Midway: Message from the Gyre y se sintió tan afectada que decidió concientizar sobre el tema a cuanta más gente pudiera.

En entrevista con Rob Greenfield contó “ese documental me motivó a averiguar sobre qué se estaba haciendo para bajar la curva de plástico y así me topé con la iniciativa Plastic Free July en la cual los participantes evitan consumir plástico durante todo julio. Me gustó como para proponerla en mi pueblo pero sentía que debía darle algo de drama para promocionarlo. Así se me ocurrió subir la apuesta y no comprar ni un solo ítem de plástico en todo un año.  ¡Y funcionó! Plastic Free July lleva su segundo año con mucho éxito en mi pueblo”.

Rob: ¿Cuál es el tema con el plástico? ¿Por qué deberíamos evitar su uso?

Merren: La clave del plástico es que no se biodegrada. Se desintegrará pero nunca desaparecerá lo que lo hace sumamente nocivo. Se comporta como una toxina, lixiviando en el suelo y las corrientes de agua. Eso significa que cada pedazo de plástico producido aún existe de alguna manera en el mundo. Considerando que colectivamente producimos más de  225 millones de toneladas de plástico al año, hay una atemorizante cantidad de polución plástica dando vueltas.

Rob:  Muchos de mis amigos piensan que están haciendo algo increíble cuando reciclan y como que con esto ya cumplen su parte. ¿Qué les dirías a ellos?

Merren: Reciclar es una acción pobre tanto como enviar una ambulancia que espera en el fondo de un acantilado. El plástico sólo puede ser reproducido en productos de menor calidad al ser reciclado. La vida útil del plástico reciclado es muy breve. Y no hay que olvidar que al comprar cualquier tipo de plástico (reciclado o no) estamos indirectamente apoyando a la industria petro química, del cual el plástico es un producto derivado.

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Rob: ¿Podrías explicar por qué REDUCIR está antes que REUSAR Y RECICLAR en las tres erres?

Merren: Reciclar el plástico tiene una huella muy grande. La mayoría de lo que recicla el mundo occidental es enviado por barco, en general a China, y aún así no todo el plástico enviado logra llegar ser reciclado. Si no hay mercado para el nuevo producto, termina en un relleno sanitario.  Reusar no es una buena respuesta si valorás tu salud: el plástico filtra toxinas, lo que se acelera una vez que la integridad del material está comprometida.

Es mejor reducir tu consumo de plástico, y de esa manera quitarle el apoyo a una industria que es increíblemente dañina.

Rob: Si fueras la ministro del plástico ¿qué cambiarías a nivel mundial?

Merren: Eso es fácil. Prohibir los plásticos que se tiran al primer uso, empezando por las bolsas. Lo segundo sería prohibir los plásticos que está probado que hacen mal a la salud como los que contienen PBA.

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Rob: ¿Cuáles son esos 5 pasos importantes para vivir una vida con menos plástico?

Merren:

  1. Estate preparado para tener inconvenientes. El plástico existe para hacer la vida más fácil y no usarlo hará las cosas un poquito más difíciles algunas veces. Por ejemplo, llevar el chango de las compras hasta el auto porque olvidaste tus bolsas de tela. También significa planificar en avanzada.
  2. Preguntale a tu abuela: hubo un tiempo en que el plástico no existía. De hecho este material existe sólo desde finales de los 70s. Podemos hablar con personas de una o dos generaciones atrás y aprender cómo era la vida antes del plástico.
  1. No tengas miedo de preguntar. Como consumidores, tenemos mucho poder porque los productores y comerciantes lo que quieren es nuestro dinero. Yo pedí que no me dieran determinados envoltorios plásticos y nunca me dijeron que no. Cuanto más exijamos el cambio, más probable es que suceda.
  2. Haz algunas compras esenciales para implementar pequeños cambios: una taza de café reusable, una botella para el agua, bolsas.
  3. Encontrá una tienda que venda comida a granel. Llevando tus propias bolsas evitarás todo packaging.pantry-

Rob: Además del plástico, ¿cuáles son los 5 pasos importantes para vivir uan vida más amigable con el planeta?

Merren:

  1. Se ingenioso: ¿podés arreglarlo? ¿podés armar o adaptar algo para que cubra la misma necesidad? ¿Podés pedirlo prestarlo? ¿Realmente lo necesitás?
  2. Tomate el tiempo de disfrutar el lugar donde vivís: si valorás lo que te rodea será más fácil que lo respetes.
  3. Usa tus derechos democráticos para ayudar al cambio: investiga cuál de los políticos a nivel local y nacional tienen las mejores opciones para el medio ambiente y vota en consecuencia.
  4. No es fácil ser verde: El estilo de vida moderna, la infrastructura, limitaciones financieras y de tiempo implica que no sea todo lo fácil que debería ser. Enfócate en hacer pequeños cambios y celebra las pequeñas cosas.
  5. Enseña con el ejemplo: nunca pienses que tu pequeña acción no tendrá impacto. Lo que hagas siempre tendrá efecto en quienes te rodean, y el efecto acumulativo en el ambiente será increíblemente valioso.plastic-stuff-

Por supuesto no podía lanzarse a vivir sin plástico sin organizarse primero por lo cual “investigué mucho antes de comenzar buscando todas las alternativas posibles. Pensé que mis hallazgos podrían ayudar a otros por lo cual armé un blog. Más llegando al final del año sin plástico, se volvió más duro. Entre las cosas que no pude encontrarle reemplazo, y que realmente extrañé, estuvo el vino porque en Nueva Zelanda los tapones son plásticos. La vida social también se alteró un poco por esta decisión porque al no consumir nada de plástico mis opciones de comida y bebida se vieron más limitadas. Si tenía que hacer una reunión, por ejemplo, toda la comida debía ser fresca, nada de snacks ni cosas rápidas para tener listas de manera fácil. Por suerte, mis amigos lo comprendieron y me apoyaron mucho”.

 

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