23 Ago Conocé las virtudes de la cerveza negra para la salud
La cerveza negra es muy positiva para enfermedades cardiovasculares y deficiencias nutricionales
en general. Según los expertos, esta cerveza ayuda a prevenir problemas del corazón y aporta
muchos nutrientes de la dieta básica. Y lo mejor es que, hoy en día, está de vos a la distancia de
un clic gracias a ecommerces como Bevybar.
Concretamente, de acuerdo con estudios internacionales, en pequeñas cantidades, el alcohol es
benéfico para el corazón. El consumo moderado de cerveza, al ser una de las bebidas de menor
graduación alcohólica, entre 4 y 5 grados generalmente, puede reducir el riesgo de padecer
enfermedades cardiovasculares hasta 60 por ciento.
Un tercio de cerveza puede aportar hasta un 10 ciento de fósforo y vitamina B, de gran
importancia para el sistema nervioso. Además, la cerveza facilita la digestión gracias a la
riboflavina (B2) y su riqueza en fibra.
Los flavonoides, con propiedades antibacterianas, antivirales, antifúngicas y antioxidantes, se
sintetizan en el organismo como un producto secundario del metabolismo normal de los
carbohidratos y las proteínas. Este elemento está presente en muchos alimentos, como las
manzanas rojas, el queso, el vino tinto, el té verde y, por supuesto, la cerveza negra.
Más beneficios de la cerveza negra
Pero hay más beneficios. Además contiene piridoxina (B6), niacina, ácido fólico y tiamina (B1). Esto
ayuda a disminuir el “colesterol malo” y aumenta el “colesterol bueno”; protege el organismo de
la oxidación y el envejecimiento celular; ayuda a expulsar toxinas porque es diurética y su
consumo moderado puede retrasar la menopausia.
Además, los alimentos de origen vegetal como la cerveza, los cereales, hortalizas, frutas y
legumbres, básicos en la apreciada dieta mediterránea, tienen un alto contenido en fitoestrógenos
o estrógenos vegetales.
Estos tienen una función fundamental es el desarrollo de los órganos sexuales femeninos. Con la
edad, el nivel de estrógeno disminuye y aumentan el riesgo de padecer osteoporosis, trombosis,
infartos y algunos tipos de cáncer. Curiosamente, este problema sólo se da en países
industrializados donde por el estrés se descuida la alimentación.
Sin embargo, es una receta vieja. Ya lo decía Hipócrates: “la cerveza es un calmante suave que
apaga la sed, facilita la dicción, fortalece el corazón y las encías”. Al parecer, los médicos griegos
de la antigüedad lo tenían muy claro: el consumo moderado de cerveza es una fuente rica en
nutrientes y vitaminas. ¡Además, sabrosa!
Morochas vs. rubias
Dejando a un lado su contenido alcohólico, tanto la cerveza rubia como la cerveza negra son
bebidas naturales que protegen al organismo de la oxidación y el envejecimiento celular,
ayudando a eliminar toxinas por sus propiedades diuréticas.
Aunque ambas se elaboran fermentando el grano, la cerveza rubia y la cerveza negra se
diferencian por el procedimiento de tueste: el malteado. Para producir cerveza negra se emplean
maltas oscuras, las cuales le otorgan ese color opaco y sabor intenso con notas de café o
chocolate. Pero la malta no es el única disparidad entre la cerveza rubia y la negra, ya que también
se utilizan lúpulos más amargos en la fabricación de esta última para equilibrar el sabor.
Precisamente, se cree que los extractos de malta y lúpulo que se usan para la cerveza negra
podrían explicar los niveles más altos de hierro.
Por último, haciendo un análisis nutricional de ambas bebidas, comprobaríamos que la cerveza
negra es más calórica (algo más de 60 calorías por cada 100 mililitros, frente a los 40 de la rubia),
aunque también aporta el doble de vitaminas y más potasio, fósforo y magnesio.
Maridajes perfectos
El maridaje se trata de aquella unión íntima y armónica entre las comidas y las bebidas.
Entonces la pregunta es ¿qué comida va mejor con las cervezas negras y cuál con las
cervezas rubias?
En líneas generales, las cervezas rubias van muy bien con alimentos de mar como el sushi
y carnes a las brasas como bochetas de pollo. Por su lado, la cerveza negra es una
excelente aliada de platos de carne ligeramente caramelizadas, comida picante, quesos
fuertes aromáticos y postres con nueces, chocolate y canela.
Una buena forma de no errar es tener en cuenta lo siguiente: la cerveza combina muy bien
con los platos en los que dominan los ácidos. A su vez, la cerveza es la contraposición perfecta a la
sensación del picante y genera una buena contrapartida para los marinados y ahumados.
Cuando llegue el momento de decidirte, lo que debes hacer es tomar un sorbo de la
cerveza que has elegido, esto hará que tus papilas gustativas se estimulen y encuentren
por sí solas las diferencias de las que hablamos.
Historia de la cerveza negra: origen
Según Wikipedia, las raíces de la cerveza negra se hallan en Turingia y Sajonia. La más antigua
conocida es la Braunschweiger Mumme, elaborada durante la Edad Media (la primera mención
documentada es de 1390), en Brunswick. La primera mención documentada en Turingia es de
1543 y se trata de la Köstritzer, una popular cerveza negra que sigue produciéndose actualmente.
Variedades
En el este de Alemania hay muchas variedades únicas de cerveza negra, procedentes de
cerveceras locales. Algunas de las variaciones de esta bebida son las siguientes:
Porter: la cerveza negra más comercial, que posee un sabor malteado y un color fuerte.
Cream Stout: se elabora con maltas caramelizadas, por lo cual, posee un sabor ligeramente dulce y
su color es ligeramente más claro que la porter.
Imperial Stout: es una de las cervezas negras más fuertes, posee un porcentaje alcohólico de
aproximadamente 10 grados y un sabor robusto.
Cerveza Bock: es elaborada con malta, posee mucho cuerpo y un suave sabor. Existen dos tipos de
cerveza bock, la tradicional y la Doppelbock.
Y ahora sí, ¡a inclinar el codo! (pero siempre con moderación y si vas a manejar, no conduzcas)
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