«Si no encontramos estrategias para afrontar la crisis climática provocaremos un colapso del sistema vida y del sistema tierra. Hablar sobre esto es un imperativo ético», dijo el teólogo e intelectual brasileño Leonardo Boff el jueves pasado en el Aula Magna de la Facultad de Medicina de la UBA. Fue dentro de una actividad organizada por la ONG 350.org en lo que fue la semana de laMovilización Global por la desinversión. 

Escuchar a Boff permitió ver el cuadro completo de lo que le estamos haciendo a nuestro planeta: «la tierra ha perdido su equilibrio». Lo narró con tono tranquilo y eligiendo cada palabra sin dramatismos ni pesimismo, sólo con la contundencia propia de quien habla desde el conocimiento y con la convicción de que la acción es tanto más urgente a cada segundo que pasa. 

«Acuñamos el término antropoceno para llamar a esta era en que la irresponsabilidad de los seres humanos ha logrado cambiar para siempre el planeta. Debemos superar la cultura del capital que es materialista e individualista y que produce una tremenda injusticia social y ecológica».  

Ante cómo lograr superar esta cultura que nos ha traído a este punto límite, sugiere que debemos aplicar tres conceptos: 

El CUIDADO. Porque a todo lo que amamos, cuidamos y todo lo que cuidamos es porque lo amamos. Cuidado es, para Boff, otro nombre para la «sustentabilidad». Sin ir más lejos, los humanos no podríamos vivir si nuestras madres no nos cuidaran desde que salimos a este mundo. Con esto en vista, salta a las claras que el mundo está muy descuidado por donde lo miremos y que necesita más de nuestra atención y amor. 

CO– RESPONSABILIDAD COLECTIVA. Debemos darnos cuenta de las consecuencias de nuestras acciones y hacernos cargo de ellas. Debemos lograr que nuestras acciones no sean destructivas. 

COMPASIÓN. Respetar al otro, dejarlo ser. Si tiene una necesidad, apoyarlo y ayudarlo, no dejarlo solo.  

Como bien dice el teólogo tenemos la tecnología para empezar a hacer las cosas bien pero si no aplicamos estos tres principios los resultados no serán alentadores. «Tenemos que tener compasión para salvar la casa común. Debemos respetar los límites de la madre tierra». Para entender esto sirve poner el foco en lo que está ocurriendo en la Amazonía.  

Boff contó que la gran sequía en el sur de Brasil también es causada por el mal accionar de los humanos. Según explica, en estos dos años de vida política agitada se abandonó la contención y protección de la región lo que permitió que el agronegocio deforestara a mansalva, sembrara y pusieraganado en medio de la selva amazónica. 

Los ríos disminuyen cada vez más su caudal porque sus aliados, los árboles, son eliminados. En las regiones de árboles altos son las copas frondosas las que devolvían humedad al aire ayudando el ciclo del agua. En otras, los árboles más bajos cumplían las mismas funciones con sus raíces profundas. Sin ellos se rompe el ciclo natural que ayuda a re abastecer el caudal en los ríos lo que vuelve a la sequía en algo cotidiano. 

Esto también podría ocurrir en Argentina, vaticina Boff. Por eso esos tres principios se hacen piedra fundamental en su pensamiento a favor del planeta. «Estamos en un vuelo ciego, no sabemos hacia dónde vamos. Trump es una amenaza a nivel mundial» aún así «no debemos sentirnos condenados por el sistema». ¿Podremos lograr apostar de lleno por lo que nos salvará?  

El Premio Nóbel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, también fue parte de esta mesa de debate organizada por 350org . Él también sumó sus ideas para pensar soluciones frente a este panorama. «Tenemos que pensar en los gobiernos porque las empresas no hacen las cosas ellas solas. A los gobiernos no les interesa la SOBERANÍA del pueblo (que cada ciudadano sea dueño de sus recursos).», apuntó. 

Ante eso propone «debemos pensar un nuevo contrato social que incluya valores como la pertenencia y la identidad. Las democracias delegativas como las que tenemos nos dejan en una indefensión total. El pueblo debe tener más opciones para tener el control». En esta línea Pérez Esquivel está trabajando en un proyecto de un Tribunal Mundial del Ambiente porque hasta el momento no hay marco regulador jurídico para el obrar de las grandes corporaciones. 

Fue una charla muy necesaria que disfruté mucho. La claridad de pensamiento de eminencias como Boff y Pérez Esquivel siempre ayuda a poner las cosas negro sobre blanco y alienta a pasar la posta y ponernos en acción. Así que ya sabés, ¡a difundir, conversar y elegir los hábitos que marquen la diferencia!