Alternativa Verde | “En materia ambiental no falta educación, falta sentido de la urgencia”.
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“En materia ambiental no falta educación, falta sentido de la urgencia”.

La Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) presentó una nueva edición del Informe Ambiental 2016 en La Trastienda Samsung. Alternativa Verde no se perdió la oportunidad de conocer la recopilación de todo un año de trabajo de este equipo técnico, de profesionales y referentes intelectuales que se convirtió en “insumo para la política ambiental en Argentina”, como bien apuntó Andrés Nápoli, Director Ejecutivo de FARN. El Informe es un material valiosísimo para abordar los desafíos políticos y económicos de la agenda pública en Argentina y en la región. Trata desde la Ley de Bosques, la minería, el saneamiento de cuencas hídricas urbanas hasta el modelo agropecuario. Se trata de información vital para quienes queremos y debemos trabajar sobre la situación ambiental actual desde diferentes ámbitos.

Este trabajo es una herramienta que permite tener el amplio panorama de lo que acontece en Argentina y proyectar cómo continuar en este contexto de crisis, a la que se suma la realidad acuciante del Cambio Climático. Nápoli fue preciso al decir “que lo urgente no debe tirar por la borda lo importante” y remató con la siguiente frase:

Premio a proyectos sustentables en Argentina

El evento también fue la excusa para entregar el premio ambiental más antiguo del país, el Adriana Schiffrin, que fue para proyectos realmente interesantes en 3 puntos distintos del país. El Primer Premio fue para “Aguas de la Comunidad: fabricación e instalación de sistemas filtrantes”, elaborado por Cooperativa de Trabajo y Formación Poriajhú, la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y Fundación Essen. El proyecto se realizó en Colonia Pampa Napenay, Presidencia Roque Sáenz Peña, Chaco, donde se procuró abastecer de agua potable a los pobladores construyendo e instalando 50 sistemas filtrantes en las viviendas. El trabajo permite generar conciencia sobre los riesgos que implica tomar agua no potable a la par que se les brinda la solución adoptando prácticas higiénicas adecuadas. Según señaló uno de los hacedores de esta iniciativa, el agua de la zona no puede tomarse porque está contaminada por pesticidas de las decenas de aviones que pasan a diario fumigando los campos de la localidad.

Se busca que la comunidad se involucre en la difusión, construcción, control y mantenimiento de los sistemas filtrantes y que los beneficiarios contribuyan con elementos que forman parte del sistema filtrante para la implementación de equipos nuevos y elementos renovables, creando así un gran círculo virtuoso. El Segundo Premio fue “500RPM: energía eólica para el desarrollo rural”, elaborado por Luciana Proietti. El proyecto brinda electricidad limpia a escuelas y comunidades rurales a través de un aerogenerador de autoconstrucción. Es a través de una enseñanza práctica, que se fabrica el aerogenerador en instituciones técnicas urbanas (escuelas industriales o universidades) y se instala en conjunto con la comunidad rural beneficiaria, la cual recibe además capacitación práctica sobre la operación y mantenimiento del equipo.

Por último, fue reconocido el “Proyecto educativo – productivo de cultivo hidropónico”, elaborado por Fundación Reciduca. Ellos tienen un vivero escuela donde se cultivan hortalizas de hoja a través de la hidroponía. Allí aprenden y trabajan chicos de 16 a 19 años que están en situación de vulnerabilidad social quienes desarrollan competencias laborales y actitudinales mientras aprenden sobre el proceso de cultivo y comercialización de productos.

Me sigue fascinando conocer el mar de  trabajos sustentables que se realizan en cada rincón del país y cómo, gracias a ellos, el nuevo paradigma va tocando y mejorando pequeñas realidades y creando nuevas formas de hacer que son beneficiosas en 360º.

Un debate necesario: ¿Por qué no cambia lo que no cambia?

Con la moderación de Sergio Elguezabal, FARN propuso dialogar sobre cómo fortalecer la agenda ambiental en un contexto de crisis económica. El panel estuvo compuesto por los especialistas Carlos de Miguel, Jefe de la Unidad de Políticas para el Desarrollo Sostenible de la CEPAL, Sebastián Bigorito, Director de la CEADS y Pablo Somoza, representante del Área de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la UOCRA-CGT.

De Miguel comenzó por recalcar un punto en el que todos deberíamos estar conscientes “el modelo de emisiones que contribuyen al Cambio Climático debe cambiar sustancialmente. De 7.7 puntos de emisiones promedio que hoy tiene América Latina se deberá pasar a 2 a mitad de la centuria. Para 2.030 la población latina habrá envejecido y una población de mayor edad será más vulnerable a los cambios aparejados por el Cambio Climático”. Tras el Acuerdo de París lo que se deben dar son redistribuciones internas que van de la mano de los compromisos voluntarios que se firmaron en la COP de París, precisó De Miguel. Somoza, por su parte, opinó que “son los países más desarrollados los que deben hacer el mayor esfuerzo así como los que tienen que aportar los fondos verdes a los menos desarrollados”. Por su parte, Bigorito apuntó que la solución a la crisis ambiental sobrevalora el rol de la educación a los ciudadanos puesto que “no hay falta de educación al respecto sino que lo que falta es sentido de la urgencia. Recién cuando la crisis ambiental se transforme en crisis social, recién ahí los políticos y ciudadanos reaccionarán”. De hecho, según cree Bigorito lo que permite combatir al Cambio Climáticono es otra cosa que la eficiencia pero, sin ir más lejos, “cuando los recursos están subsidiados no se puede lograr tal cosa”. En este contexto, están los países que continúan por la misma senda sin pensar en modelos alternativos y están los que apuestan a una matriz de desarrollo que haga eje en industrias bajas de carbono. Casos como Uruguay que se volcó a la generación de energías limpias, el de Alemania que está pensando una la revolución 4.0 son ejemplos de que estamos a tiempo de aprovechar la crisis para apostar a actividades que a largo plazo darán triple beneficio. Siguiendo la reflexión sobre cómo lograr un futuro realmente viable, Somoza afirmó que “tenemos que cambiar como sociedad los patrones de consumo”. Bigorito remarcó que “hay que redefinir qué consideramos éxito pues se mide en función al consumo y eso no va acorde al nuevo paradigma” y dejó en claro que ese nuevo modelo sostenible sólo logrará trascendencia si es impulsado desde el Estado “lo que permite llevar a escala son las políticas públicas, la presencia del Estado”.

No quiero terminar sin poner en la mesa algunos conceptos interesantes que dejó Somoza como la “transición justa” hacia el nuevo modelo verde de negocios y en el que se incluya al trabajador en el proceso sin usarlo como variable de ajuste, “más en estas épocas en que se están buscando incentivos hacia lo verde”. El representante del Área de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la UOCRA-CGT enfocó la atención en los trabajadores y en que cuando nos planteamos qué modelo de desarrollo queremos, es vital pensar en el trabajo decente que no sólo incluye un salario digno sino que tiene que ver con que la persona que esté expuesta a un entorno nocivo al trabajar, debe tener la garantía de que su salud será preservada. Un dato que resultó interesante es que desde UOCRA no sólo se está capacitando a los trabajadores para sumarse a las nuevas ramas que se abrirán con las energías limpias, por ejemplo enseñando a colocar paneles solares, sino que también se están dando talleres para enseñar a los obreros de la construcción a reciclar los residuos que ellos mismos generan día a día y no sólo los áridos de la construcción. El debate daba para largo pero debió cerrarse en una pregunta que quedó flotando “¿hasta cuándo seguiremos escuchando soluciones del mismo mercado que nos ha traído hasta las puertas de esta crisis?”. Tras este intercambio tan rico, el cierre de la presentación del Informe Anual de Farn estuvo a cargo de Charo Bogarín quien nos emocionó con sus cantos ancestrales que reconectan con la naturaleza. Anticipó su nuevo proyecto, LA CHARO, junto a grandes músicos como Rafael Clemente, Juan Sardi y Eduardo Avena.

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