25 Sep Diseño que reutiliza telas, en accesorios
Quien haya inventado el concepto de «basura» no entendía nada de nada, eso, o nos quería confundir mucho. Resulta que ahora, pleno siglo XXI, después de haber ensuciado mucho nuestro planeta, nos vemos reaprendiendo que no todo lo que deja de servir para X fin, ha perdido su valor. ¡No! ¡Nada más lejano a la realidad! Todo en esta vida es cíclico y las cosas también lo son. Reciclar es el último eslabón, ya todos lo sabemos. Por eso ahora nos vamos a detener en Reutilizar. Y para demostrarles qué fácil y lindo puede ser, voy a contarles de dos emprendimientos: Amore Mío y Currimichuti.
Estas dos ideas pertenecen a dos mujeres distintas: Anita y Lauren. Ellas no se conocen entre sí pero, sin saberlo, tienen cosas en común: ambas son madres que crean accesorios lindos en base a la reutilización de telas. Dos mundos unidos en base de retazos, prendas viejas y muy buena mano para darle nuevas formas a telas con historia (algo bastante en sintonía con Inquietus Ánima, ¿no?).
Amore Mío es una idea que viene flotando desde 2006, cuando haciendo unos regalos de Navidad a sus sobrinas, nacieron las primeras florcitas con retazos de tul. Quedaron tan lindas que hasta Anita misma se sorprendió del resultado. Se entusiasmó tanto que cada pedacito de tela que caía en sus manos se convertía en una nueva prueba de las bellas flores que podían crearse.
Como todo en la vida, Anita tuvo que seguir experimentando y, a pura prueba y error, adquirió la técnica adecuada para hacer cada pétalo. «Fui probando distintos soportes: remeras, hebillas de todo tipo, sandalitas. Amore Mío fue creciendo tanto que participamos en varios desfiles». En ese entonces los materiales no eran todos de reuso hasta que hubo un detonante que hizo un viraje: «cuando llegó Isabella, mi hijita que hoy tiene 3 años, los pétalos quedaron de lado. Pero mientras estaba con mi bebé también tuve mucho tiempo de leer y navegar por internet y así fue creciendo mi interés por lo sustentable, el reciclado, la reutilización y en otros modelos de flores y moños«.
«Con estos nuevos horizontes aprendí a utilizar distintas telas y objetos de descarte o antiguos. Así jeans rotos se transformaron en bases de tocados. Corbatas viejas en pequeñas flores para fajas de vestidos y vinchas. Viejos cierres se transformaron en hermosos prendedores que, junto a botones, telas, piedras, etc., hacen detalles exclusivos -porque es imposible hacer dos iguales-. Las tiras de tela de las bolsas se convirtieron en unos moños divinos para accesorios de cabello, para señaladores, para decorar frascos reciclados, suvenires», nos contó Anita.
Ánimos reutilizadores impulsando la creatividad, ¡eso es lo que nos gusta! Y como una vez que se empieza en esta ronda verde no se puede parar, Amore Mío encontró nuevos desafíos: «La propuesta de Amore Mío siempre fue agregar color y destacar a las mujeres. Brindarles un aporte de color que las haga resaltar. Ahora no sólo ofrecemos los accesorios, sino también el servicio de renovar el guardarropa. De reformarlo y buscar de combinar diversas prendas con detalles únicos y muy personales».
Si te preguntás cómo es esto de renovar tu guardarropas, aquí van algunos ejemplos: «transformar pantalones en polleras y con los restos de tela hacer diversos accesorios para poner en otras prendas y estar más que combinadas. De la misma manera, trabajamos con pantaloncitos de nenas: los hicimos shorts y, con los retazos, realizamos accesorios (poniéndolos en remeras, vinchas e incluso en zapatos, etc.) Las bolsas de tela pueden sumar un toque especial personalizándose mediante bordados y apliques». ¡Las opciones son infinitas! Y al ser un trabajo personalizado, se pueden sugerir ideas para que Anita se inspire y las haga realidad.
Si estás por cumplir 15 años o tenés un evento importante, también podés encargar el tocado a tu gusto. El mundo de Amore Mío es pasear por un catálogo de vinchas (rígidas o elásticas), gomitas de pelo, picos, hebillas, prendedores, anillos, collares, llaveros, clips para papel (tipo señalador).
¡Reutilizar telas es muy divertido! Otro ejemplo de ello es Lorena -más conocida como Lauren- quien es el alma que da vida y color (¡mucho color!) a los días con su Currumichuti. ¿De qué se trata? Ella nos lo cuenta: «es un mini micro emprendimiento que recién está brotando. Se trata de productos tejidos decorativos y útiles desarrollados a partir de descartes textiles«.
Trenzas que vibran en arcoiris formando cestos, alfombras, posavasos, carpetas para la mesa. ¡La vista se regozija en estas gotitas de colores que nacen de las manos habilidosas de Lauren! La materia prima para Currumichuti viene de diversas fuentes: «las recupero de la calle, los separo por color, los corto y formo los ovillos y luego los tejo. Todo lo que se hace es a pulmón así que me está costando el comienzo», apunta.
Esta emprendedora tiene que dividirse el tiempo en muchas partes iguales: «trabajo en un estudio de registro de marcas y patentes, soy ama de casa y madre de 3, y en el tiempo que me queda (cuando no estoy comiendo o durmiendo) me dedico a lo que me gusta: tejer». Así, aunque el tiempo es poco, el resultado muestra que el talento es mucho y que este proyecto tiene mucho futuro.
¡Qué lindo es ver estas creaciones llenas de amor hacia el medio ambiente y de buen gusto hacia el diseño! No se requiere mucho más que una buena dosis de sensibilidad para poder añadir a tu pasión, un gesto que ayude a reducir los residuos.
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