Alternativa Verde | Techos verdes: edificios que vuelven a lo natural
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Techos verdes: edificios que vuelven a lo natural

Las ciudades han proliferado como océanos de hormigón extendiéndose por el horizonte, tapando a su paso el paisaje natural de tierra, pasto y árboles. Las plazas y parques se convirtieron en escasos lugares de remanso que no llegan a saciar la necesidad de contacto con la naturaleza que los seres humanos necesitamos. Aquellos que cuentan con un patio o parque donde caminar descalzos y hacer cable a tierra, pueden considerarse más que afortunados. Ante este panorama, el ingenio ha encontrado la vuelta de tuerca para convertir en jardines los techos de las casas y edificios, y devolver a los citadinos un espacio natural donde relajarse y respirar. De eso se tratan los techos verdes. William Beerveek La naturación de terrazas o balcones es la mejor manera para reconvertir espacios urbanos desaprovechados en nuevos espacios verdes. Cualquier lugar puede volverse un espacio de recreación natural: el techo de una escuela, de un barco, de la cucha del perro y hasta una autopista abandonada en Nueva York sirvió como lienzo en blanco para construir un paseo verde. Los techos de los edificios pueden recubrirse, parcial o totalmente, de vegetación gracias a la implementación de diversas tecnologías. La tradición de tener techos de pasto puede decirse que comenzó en los países escandivos hace varios siglos. También se encuentra un antecedente en Suiza, en la planta de purificación de agua del lago Moos, Wallishofen. La historia más reciente comenzó en Alemania, en 1960, y se calcula que 10% de los techos allí son verdes. La concepción de azoteas vivas no para de copiarse en todos los países. Por ejemplo, la galería de fotos que acompaña el post abarca: Brasil, Canadá, Estados Unidos, Islandia, Japón, Noruega, Suiza, Francia. La muestra podría seguir recorriendo el mundo entero. Andrew Ciscel

 

Tan sólo con imaginar poder subir a la terraza y, en vez de baldosas o membrana refractando el calor acumulado en el día, encontrarse con un manto de césped refrescante, parece ser motivo más que atractivo para elegir un techo verde.

Si a esto le sumamos poder cultivar frutas, verduras y flores; tener mejor climatizado el el edificio consiguiendo, además, que la vida útil del techo se prolongue, no resulta difícil la elección.

Los lados positivos no quedan allí, también un techo verde reduce el riesgo de inundaciones ya que retiene el agua de lluvia; limpia el aire; ayuda a disminuir la contaminación sonora -al absorber los ruidos en vez de amplificarlos-; y protege la biodiversidad de zonas urbanas gracias al ecosistema de aves e insectos que consiguen un nuevo hogar en su vegetación.

Plebeian Regime I. Amos Estos techos verdes son más que beneficios para regular la temperatura en las ciudades, y sus efectos son más notables donde la proporción de edificios es alta y la proporción de evaporación es baja. Por ejemplo, al enjardinar entre un 10 y un 20% de todas las superficies techadas de la ciudad se lograría mejorar el clima urbano. Esto se debe a que un techo de césped sin podar tiene de 5 a 10 veces más de superficie de hojas que la misma área en un parque abierto. Si cada cinco techos hubiera uno de césped, la superficie de hojas en esa ciudad se duplicaría. Ryan Somma Ryan Somma

Hágalo usted mismo

Si decides convertir tu azotea en un oasis verde debes saber que hay dos tipos de techos verdes: los intensivos y los "semi-intensivos" o extensivos. La diferencia radica en la profundidad del medio de cultivo y del grado de mantenimiento requerido. En los techos tradicionales los jardines suelen ser intensivos debido a que ser requiere un manto de tierra más profundo para cultivar plantas grandes y césped tradicional. Por ello, se necesita trabajarlos más, manteniéndolos siempre más irrigados y abonados. Se pueden sembrar arbustos, plantas con flores, caminos, terrazas, fuentes con agua, y lo mejor, es transitable. Los techos "extensivos" no necesitan mayores cuidados porque sólo cuentan con una capa muy delgada de suelo, que es mayoritariamente compost encima de una membrana impermeable. Puede colocarse césped, flores, de un espesor de 5 a 8 cm., no es transitable y necesita de un mantenimiento mínimo. Es importante consultar con especialistas (arquitectos o ingenieros) para determinar si el lugar donde queremos implantar el jardín puede soportar ese peso significativo que supondrá montar la vegetación. Un detalle importante es si el techo tiene o no pendiente o si es horizontal, ya que eso afectará de distintas maneras el tipo de drenaje del agua. Además, cada proyecto se adaptará a la región, a su clima y al tipo de edificación. Otra forma de naturalizar espacios es colocar módulos separados y removibles que permiten lograr una naturación rápida, accesible y práctica. Para ambos se colocarán una barrera contra raíces, un drenaje para el agua, un filtro y la tierra con vegetación. PortlandTransport Ira Goldstein Jeff McNeiil

Arlington County Los techos verdes son la nueva manera de reconectarnos con la naturaleza en las ciudades y el fenómeno no para de crecer, por suerte. Es que ayudan a mejorar la calidad de vida: a nivel personal y de conjunto. Aunque parezca raro estar sentado en la azotea, con los pies en el pasto y rodeados de arbustos, mientras nos rodean rascacielos. Fuente: Sustentator, Wikipedia

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