Alternativa Verde | Jardines donde la biodiversidad rioplatense resiste
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barbetti en su jardin la lucila

Jardines donde la biodiversidad rioplatense resiste

Pocos saben que, aunque se tape la tierra de hormigón, el mundo natural sigue latiendo en pleno Buenos Aires. Tres vecinos que nutren y cuidan la riqueza vegetal y animal en sus propios patios porteños lo demuestran. 

Capital Federal no tiene suficientes espacios verdes: por habitante sólo se cuenta con 6,1 metros cuadrados, 3 menos que el mínimo recomendado por la ONU. No es difícil pensar que la situación para la vida silvestre (aves, mariposas, reptiles, etc) es aún menos auspiciosa. 

A este panorama hay que sumarle que parte de esos espacios está ocupado por especies vegetales y animales exóticas que, al no ser propias de esta región, traen complicaciones al fino equilibrio natural con el resto de los organismos que sí lo son. 

Aún en este contexto poco favorable, ciudadanos como Claudia Furman, Ricardo Barbetti y Marcelo Canevari demuestran que cualquier espacio, por pequeño que parezca, puede transformarse en un pulmón verde que cobije a la vida silvestre nativa y ofrezca un  nuevo despertar a la biodiversidad local.  

claudia en su jardín con visitas

Biodiversidad a la porteña 

En el barrio porteño de Villa Devoto Claudia lleva adelante, desde 1999, su Jardín Educativo de Plantas Nativas y Refugio de Biodiversidad Solnaturi. Al tomar posesión de su casa chorizo, comenzó a plantar en el patio arbustos, herbáceas y trepadoras: todas especies originarias de nuestra ecorregión pampeana. 

aves en jardin villa devoto

Gracias a su elección por dar sustentabilidad a lo autóctono, cuenta Claudia, “hemos registrado la visita en nuestro jardín de 100 especies de mariposas, más que en algunas reservas ecológicas y más de 40 especies de aves se han presentado espontáneamente”. 

Esto se debe a que regenerar nuestra flora nativa no sólo ayuda a mitigar la erosión del suelo, a reducir los ruidos y el calor sino que, fundalmentalmente, beneficia la relación con la biodiversidad y la fauna asociada.  

“Las aves traen en su carga genética la información sobre con qué plantas alimentarse, en cuáles nidificar, etc. Esas plantas ya casi no existen en la ciudad de Buenos Aires. Al incorporarlas al ambiente, las aves las identifican y se afincan en ese lugar. Es un remanso para ellas”, explica Claudia. 

Para ilustrar esta relación vital basta pensar en el ave tachurí 7 colores de laguna “que sólo está en lagunas en buen estado de conservación. Hace unos años, en una época de gran sequía en la provincia, recaló en el jardín de Solnaturi porque tenemos plantas acuáticas. Se alimentó, se reabasteció, descansó, y al otro día siguió su rumbo”. 

semillas nativas sol naturi

Lo mismo ocurre con las mariposas: “sólo ponen sus huevos en las plantas nativas y es en ellas que pueden desarrollar todo su ciclo de vida. Por eso nuestro jardín se convierte en su hogar”. Como dice Claudia todo se resume a trabajar para “devolverle a Buenos Aires lo que era suyo”.  

Solnaturi  también es un Vivero Agroecológico donde se pueden comprar plantas nativas y aportar desde cada balcón o terraza a una ciudad más natural. 

Marcelo Canevari, naturalista y miembro de Aves Argentinas, también vive en una casa chorizo pero en el barrio de Las Cañitas. En su patio fue dando lugar tanto a especies nativas como a algunas de otras regiones, además de sumar árboles como pata de vaca, sauco, ceibo y palmera pindó. Un lindo catálogo que se matiza con zona de césped y que conforma un oasis natural para contrarrestar el cemento circundante. 

Este bosque ecléctico que formó en pleno Belgrano hace que muchas aves lo visiten y hasta aniden en sus plantas. Entre ellos las visitas de zorzales colorados, calandrias, benteveos y ratonas se repiten a diario. Todo este variado mundo natural se despliega muy cerca de donde tiene la ventana de su estudio, allí donde la biodiversidad tiene su refugio.  

El precursor  

Ricardo Barbetti es vecino de La Lucila, en Vicente López. Biólogo y conservacionista, comenzó a darle hogar a especies autóctonas cuando llegó a su casona, en 1974. En cada viaje fue nutriendo su repertorio verde, en la actualidad su jardín es un muestrario de un total de 200 especies en total.

ricardo barbetti

Es un espacio selvático en plena ciudad, que recibe con su aliento a tierra húmeda y el silencio que genera la vegetación que crece a sus anchas y amortigua los sonidos de la civilización cercana. Lianas, flores y helechos se acomodan en torno a árboles y arbustos mientras más de 50 clase de aves habitan allí plácidamente.  

“La mayor parte de la flora que nos rodea es originaria de la zona”, observa Ricardo y continúa remarcando que si bien en la provincia de Buenos Aires existe suficiente vegetación para cultivar cualquier jardín, se sigue pensando que traer cultivos de lugares externos es una buena idea. 

La casa que queda sumida en la oscuridad de esta selva citadina data de 1925. Todo el conjunto, casa y patio, pueden ser visitados por quien quiera conocer la biodiversidad de esta zona bonaerense. “Se debe incluir la naturaleza a la experiencia diaria. Para ello, generé este jardín”, dice Barbetii. 

barbetti en su jardin

Una muestra más de que flora, fauna, hongos y las interrelaciones entre todos ellos son un tesoro que tiene un enorme poder de resistencia y resiliencia. Basta con que se le brinde un espacio propicio y la vida silvestre aflora con toda su fuerza. Aún en plena urbe.

Créditos fotos: Sol Naturi y Compartir TV – noticiasmercedinas.com

Para visitar el Jardín de Ricardo comunicarse al 011-4799-3455
Para visitar el Vivero y Jardín de Sol Naturi a través de su Facebook , su web y por teléfono a 15 4940 4136
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