Cómo tener PyMEs más responsables con el medio ambiente

96% de las 520.000 empresas que hay en la Argentina son PyMEs. De este dato sencillo pero contundente se desprende la importancia de que las Pequeñas y Medianas Empresas no sólo de nuestro país sino de la región se animen a dar los primeros pasos (o a acelerar) en el plan de gestión de Responsabilidad ambiental.

Siendo actores tan importantes, el alcance positivo que podría representar que las PyMEs se vuelquen a procesos sustentables en cada instancia de su trabajo sería un impulso gigantesco.   Todo el movimiento que generan como fuente de empleo, exportadores y proveedores de grandes firmas si tuviera una matriz pro medio ambiente podría permitir inclinar la cancha a favor del nuevo paradigma como pocas cosas lo harían. Además, que una marca tenga un perfil eco amigable serio ayuda a atraer al cliente. De hecho, 74% de los consumidores argentinos prefiere comprar productos de empresas socialmente responsables (aunque solo  42% está dispuesto a pagar un precio más elevado por ellos.)

Los motivos para que las PyMEs se animen (si no lo han hecho ya) a tener un plan de gestión verde continúan:

• Son flexibles y ágiles para adaptarse a los cambios,
• La toma de decisiones es más directa e inmediata lo que permite que elegir ser sustentables resulta más sencillo,
• Su trato cercano tanto con sus empleados como con sus proveedores, clientes  y la comunidad y el entorno físico cercano a la planta ayuda a involucrar a todos en procesos de creación de valor económico, social y ambiental para la empresa y la sociedad. A su vez, organizadas tienen más chances de lograr la concientización sobre la importancia de una gestión empresarial atravesada por la sustentabilidad.
• Si bien no cuentan con los mismos recursos económicos que una gran empresa, tener responsabilidad ambiental ayuda a alcanzar mayor competitividad en uso de los recursos, ahorro de costos, mayor rentabilidad, acceso a nuevos mercados, diferenciación ante un gran cliente del que pueden ser proveedoras, imagen pública, mayor motivación de los trabajadores, etc.

Por todo esto, desde Alternativa nos sumamos a motivar a las Pequeñas y Medianas Empresas de Latino américa a volverse verdes. Para arrancar, están buenos los consejos prácticos que elaboró Kimberly-Clark junto al Instituto Argentino de Responsabilidad Social, IARSE. Esta información es parte de “Integrity Project”, un programa de capacitación para la cadena de valor que impulsa la compañía desde 2009 y que busca fortalecer a sus proveedores para crecer sustentablemente.

Entre las prácticas aconsejadas en materia de medio ambiente en la Guía de Sustentabilidad se encuentran:

Auditar regularmente el desempeño social y ambiental de la empresa

Obtén una dimensión real de los impactos de tu empresa midiendo el nivel social y ambiental. Calculá sus consumos de agua, electricidad, combustibles, lubricantes, papel, envases descartables, plásticos, packaging, materias primas de origen no renovable y renovable, emisión de residuos y desechos, etc. Sólo conociendo esos impactos la empresa se podrá plantear reducciones, cambios, mejoras, etc.

Compromete íntegramente con la legislación vigente, pero siempre que sea posible, andá más allá de lo que la misma establece

Establecé compromisos y modelos ambientales para la empresa que incluyan metas formales. Tales compromisos deberán determinar las intenciones en todo lo que se refiere al medio ambiente: en el proyecto, en la producción y en la distribución de sus productos y servicios. Estructurá el negocio de manera de incluir criterios de sustentabilidad que abarquen desde las instalaciones hasta el diseño de los procesos, y el uso racional y bien planeado de los recursos naturales. Comprometete íntegramente con la legislación vigente, pero siempre que sea posible, andá más allá de lo que la misma establece.

Reciclá y reutilizá en la medida de lo posible

Residuo es todo aquello que no se puede utilizar o vender, y por lo cual se debería pagar para buscarle una alternativa. Transmití ese concepto a sus empleados, colaboradores y proveedores. Pediles sugerencias para la disminución del residuo mediante las 4 “R”: Reducción, Reutilización, Recuperación y Reciclaje de materiales.

Usá productos de limpieza no tóxicos y preferí los orgánicos

Hay una gran variedad de productos de limpieza en el mercado que son considerados menos perjudiciales al medio ambiente y a la salud. Verificá con la compañía de servicios de limpieza o con tu proveedor de insumos, las especificaciones de los productos que están siendo utilizados en su empresa y comparalos con los atributos y componentes de opciones alternativas que el mercado de productos sustentables y amigables con el ambiente ya ofrece. Informate también sobre criterios y forma de descarte, seguridad de procesos y almacenamiento, PH, inflamabilidad, índice de abrasión y otros factores de riesgo.

Utilizá iluminación inteligente, priorizando siempre la luz natural

Hay muchos productos alternativos en el mercado que proporcionan mejor iluminación y significativa economía en el consumo de energía eléctrica. Algunos ejemplos: censores de ocupación para locales frecuentemente desocupados, reflectores eficientes, instalaciones con modelos fluorescentes y lámparas fluorescentes compactas o del tipo LED. Reemplazá para evitar el uso de sistemas incandescentes que además son más inseguros y generan más calor. La mayor parte de esos productos tiene precios compensadores, en función de la mayor durabilidad.

Brindá la posibilidad de trabajo a distancia cuando sea posible

Cuando sea posible y conveniente, permití que los empleados trabajen en sus casas. Utilizá correo electrónico, líneas extras de teléfono y otras tecnologías de bajo costo para que ellos se comuniquen desde su casa con la oficina. Entre otros beneficios, esa medida contribuye a reducir la emisión de gases contaminantes y la congestión del tránsito por el uso de medios de transporte.

Diagramá y controlá el uso racional de sus vehículos y los de sus proveedores

Existen múltiples recursos para organizar, controlar y racionalizar el movimiento de vehículos de una flota de empresa. Muchos de ellos permiten lograr no sólo una sensible reducción de costos operativos sino que a la par la empresa cuida de su gente y de la comunidad, disminuye su impacto ambiental, aumenta la duración de los bienes, evita congestionamientos de tránsito, vigila y protege el contenido de las cargas, etc. En algunos casos, es posible involucrar a vehículos de tus proveedores en esto sistemas, asegurando un menor impacto económico, social y ambiental, con notable reducción de riesgos.

Realizá un sistema de reciclaje de los recursos en desuso

Trabajá con tus clientes de forma que le retornen envases, productos usados y/o viejos provistos por su empresa y/o por otras; más allá del material empleado en el envase o envoltorio del producto, analice cualquier otro que pueda ser reutilizado o reciclado por su empresa o por alguno de sus proveedores. Al proyectar nuevos productos o nuevos envases, si es posible, integrá a ellos el concepto de reducción, reutilización, recuperación y reciclaje.

Evitá comprar y/o utilizar productos que generen residuos

Al realizar compras, buscá productos que sean más durables, de mejor calidad, reciclables o que puedan ser reutilizados o recuperados. Evitá productos descartables como vasos de papel, telgopor o plástico; botellas o garrafas de PET no retornables, etc.

Motivá a los empleados a cuidar y preservar la naturaleza y todo tipo de recursos

Incentivá a los colaboradores para que busquen maneras alternativas de evitar desperdicios y prácticas contaminantes. Fijate cómo premiarlos realizando, por ejemplo, donaciones en sus nombres para una institución de caridad. Nombrá periódicamente un “campeón verde”, que demuestre el compromiso de su empresa con el medio ambiente.

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