¿Es posible llevar tu vida diaria sin generar residuos? ¿Ni un solo residuo que quede siglos esperando desintegrarse en el medioambiente? A ver, pensémoslo, seguro tu desayuno venía en un envoltorio plástico –la leche, el yogur, alguna galleta-, la pasta de dientes que usaste venía en un envase desechable al igual que el shampoo y tu desodorante. Probablemente, tu almuerzo y hasta algún que otro implemento que utilices en el día de hoy en algún momento se convertirá en algo a desechar. Entonces, ¿es posible pensar en que nuestras acciones sean “basura cero”?
La respuesta es sí, por supuesto que es posible. Requiere un cambio de hábitos importante y mucho compromiso, convicción y mucho de planificación. Pero de eso ya tenemos quienes cuidamos al planeta, así que sólo sería cuestión de subir la dosis. Si vos también estás pensando en llevar tus ánimos reduccionistas al extremo, dejame inspirarte con el ejemplo de dos mujeres que han logrado convertir su huella ecológica en algo casi nulo, Bea Johnson y Lauren Singer.
Bea Johnson implementó el zero waste junto a su familia en 2008 y, en base a su experiencia sacó su libro Zero Waste Home. Cuenta: “desde que nos embarcamos en este estilo de vida nos sentimos más felices y vivimos experiencias más significativas, basadas en experiencias y no en cosas. Mi propósito es poder mostrar todos los beneficios que trae a la salud, las finanzas y a tu tiempo”.
Bea ha hecho de la “simplicidad voluntaria” el vector de sus días y con ello ha eliminado los productos tóxicos de su rutina, ahorrado dinero además de mucho tiempo. Un factor clave para una vida más simple es, sin dudas, despejar. Es decir, limpiar placares y alacenas, donar lo que no se use, reciclar lo que no se pueda donar, hacer espacio y quedarse con lo realmente necesario sin acumular.
Para ser minimalista cuenta mucho el encontrar esos productos multi-fucionales que sirven para toda la casa. Bea ha encontrado que un elemento sencillo, como por ejemplo el bicarbonato de sodio, puede ayudar a suplantar el exfoliante, la pasta dental, el limpiador de baldozas y hasta el desodorante. También el polvo de cacao orgánico que compra le sirve rubor, sombra para los ojos y hasta como shampoo seco.
Conseguir lugares donde comprar a granel (como los Todo Suelto que prosperaron durante la crisis de 2001 en Argentina) es clave para no aceptar envoltorios desechables, así sean harinas, azúcar o te pero también en cuanto a detergentes. Cambió las gaseosas por jugos naturales (limonadas, por ejemplo) para no consumir botellas innecesarias y cuando toma vino , simplemente manda a reciclar la botella. Después, la mayoría de lo que consume puede compostarse, así que así logra llevar la vida familiar contaminando tan poco como es posible
Otro hábito a incorporar es ir al mercado –una vez a la semana- llevando siempre sus bolsas de tela y frascos, para evitar las de plástico y cualquier otro tipo de packaging. Inclusive se las ingenia para que ni un viaje en avión genere basura rechazando la comida que ofrecen abordo por su propio snack en una bolsa reutilizable y su botella de agua y frutas. Así:
Cambió los pañuelos de papel tissue por los de tela, lavables y reusables:
Nunca deja de comprar una verdura o fruta porque esté algo fea sino que lo ve como una oportunidad de evitar el derroche sólo por una cuestión estética:
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La otra mujer que elije no generar residuos es Lauren Singer, quien se hizo muy conocida mundialmente hace unos meses cuando se divulgó su logro de dos años libre de basura. Esta chica neoyorquina se dio cuenta que sólo hacer su Master en Ambiente, protestar contra las grandes petroleras o charlar sobre cómo cuidar al planeta ya no le bastaba. Debía hacer de su día a día un ejemplo tal que hablara más fuerte que sus ideales. Así que empezó por renunciar a consumir plástico lo que pronto la hizo darse cuenta que era sinónimo de renunciar al packaging y ¿cómo no consumir envoltorios? ¡Haciendo todo ella misma!
Investigando y probando fue aprendiendo a hacer productos de cosmética y de limpieza. Y claro, gran parte de su inspiración para seguir el camino zero waste fue, a su vez, leer de la experiencia de Bea en su blog. Siguiendo sus pasos continuó por dejar de comprar productos empaquetados y empezó a llevar sus propias bolsas y jarros a tiendas y supermercados para cargar los productos a granel.
En cuanto a la ropa, Lauren empezó a ir a tiendas de usados, volcándose sólo a prendas de segunda mano. Reflexionar antes de comprar y saber elegir piezas básicas para que todo combine con todo es clave. Además, como aconseja Bea, lo importante es que sólo compres lo que realmente te calce bien porque será seguro que lo usarás ¡siempre! El resto de las cosas de tu placard, si querés ser minimalista deben ir a la venta, la donación y dando todo lo superfluo.
Además, empezó a estar mentalizada para decir NO a sorbetes, bolsas de plástico o papel y demás recipientes que dejarían de tener una finalidad tras su primer y único uso. Hizo costumbre su viaje semanal a la tienda donde se abastece de todos los ingredientes que necesita y, según cuenta, este sistema no sólo le resultó más práctico sino que es más sano y se estresa menos.
Tanto Bea como Lauren aseguran que su filosofía zero waste redundó en una mejor calidad de vida. Además, sintieron la necesidad de divulgar lo que iban aprendiendo y comenzaron a contar sus experiencias en sus respectivos blogs Zero Waste y Trash is for tossers lo que les abrió nuevos espacios donde emprender. De la comunicación Lauren pasó a los hechos y comenzó su propia empresa cero basura The Simply Co.
Lauren tiene éstas bolsas especiales para traer sus verduras y frutas del super:
Éste es el kit de cosmética que lleva Lauren en sus viajes, lo justo y necesario. En este aspecto, ambas chicas zero waste proponen la rasuradora como método de depilación para las chicas así como usan cepillos de dientes compostables:
La autora de Trash is for tossers se ejercita haciendo running:
Así que si éstas dos mujeres pueden llevar el concepto “basura cero” desde el momento de la compra en adelante, estoy segura que todos podemos seguir optimizando las 3Rs en nuestra vida. ¿No te parece?
Seguilas en sus blogs y Facebook:
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https://www.zerowastehome.com/
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