Cómo ser un buen humano para tu perro

Si estás pensando seriamente en tener por primera vez un perro y estás poco a poco entrando al universo de razas, mira mas perros en venta aquí, o considerando lugares donde ir a adoptar, te proponemos leer esta nota para que entiendas la gran responsabilidad que implica ser un buen humano para tu mascota Aclaración: el orden de los siguientes factores no altera el resultado.

Salud

Es clave que sepas que podrás garantizarle dos buenas caminatas por día (de 30 minutos aprox. aunque el tiempo y esfuerzo tendrás que adaptarlo al tamaño y edad de ellos).

Su pelaje tiene que estar cuidado, de modo que peinarlo con frecuencia será un lindo momento a compartir y que les servirá para estrechar (más aún) sus lazos. El baño se recomienda entre una a dos veces por mes, ¡aunque estoy segura que a no todos les gusta por igual!

Incluí en tu lista de cuidados dejarle siempre al alcance agua limpia para beber cuando guste. Encontrá qué dieta es apropiada para tu perro consultando al veterinario y, si solés darle comida como “premio” o fuera de horario, tenelo en cuenta para reducir su ración diaria porque la obesidad es un problema a evitar.

La desparasitación (externa e interna) debe ser una práctica periódica y respetar el calendario de vacunación, vital. En lo cotidiano, tus caricias y juegos pueden ser la excusa para constatar que esté saludable y libre de pulgas y garrapatas). Mantener sus uñas, dientes y pelo óptimos es tarea que podés hacer vos mismo.

Es importante que te plantees que, si no vas a querer que tenga cachorritos, la opción más responsable es esterilizarlo: evita enfermedades, tumores, problemas de próstata así como de diversas infecciones en las hembras. Asesorate con tu veterinario pero, sabé que, castrar no cambia el carácter de tu perrín.

Para todos los amigos guatemaltecos, recomendamos acudir a Ama (Asociación Amigos Animales) para seguir asesorándose sobre tenencia responsable de mascotas y como lugar donde acudir en caso de querer esterilizar a sus perros.

Seguridad

Es muy importante que desde el principio lo identifiques con placas o chapitas en su collar donde diga su nombre y tu número de teléfono para que, en caso que extravíe, quien lo encuentra pueda devolverlo.

Amor y sustento

Una vez que el perro llega a tu vida, tu compromiso tiene que ser para siempre: en lo bueno y en lo malo. Es ahora tu responsabilidad alimentarlo, cuidarlo y amarlo, asegurándote que siempre esté sano y feliz.

Sin ningún lugar a dudas él/ella- se ocuparán de devolverte todo tu cariño multiplicado al infinito hasta sus últimos días. Eso tenés que tenerlo presente: envejecerá, inevitablemente. Puede también enfermarse y te necesitará más aún. Tendrás que acompañarlo hasta el final, como él lo hará con vos.

Educación

Enseñarle buenas costumbres perrunas es un trabajo que requerirá de tu tiempo y paciencia y, aunque siempre está la posibilidad de conseguir ayuda profesional, no podrás escapar a él.

Mostrale cómo comportarse con otros perros y con niños especialmente en lugares públicos donde hay que lograr que no se abalance sobre otros. Seguramente tendrás que dejarlo solo a menudo –aunque más no sea para ir a trabajar- y será menester ayudarlo a evitar ataques de ansiedad. Entre lo más importante debe reconocer y obedecer a tu voz y que sepa que sos el humano a cargo (sólo porque eso es para su bien).

Ser buen humano con otros humanos

Recoger lo que tu perro ensucia es tu obligación en todo momento. Eres el humano a cargo y tus buenas prácticas son tu menester. Intentá que no haga pis en sitios donde puede molestar a tus vecinos porque tu mascota no sabe distinguir ¡pero vos sí! Además, enseñarle esto no es difícil y representa una ganancia par todos.

Ahora, si cumplís con todo y querés darle un gustito, ¿por qué no ir una vez cada tanto a un café canino? Por ejemplo, en Guatemala funciona Pet Café, donde los perritos tienen su línea de aperitivos orgánicos ( de harina integral y algarroba, sin nada de cacao porque los alcaloides que posee son tóxicos para ellos). También hay cupcakes y galletas con sabor de mantequilla de maní, vainilla, queso, manzana, zanahoria o tocino.

Todas las fotografías son de la peli Marley y yo (que no puedo ver sin llorar a mares, ¿no te pasa?)