En otros posts vimos cómo poner en valor pallets, persianas, neumáticos, libros e inclusive frascos de vidrio que parecían no tener más destino que ser descartados. Aún nos quedaba por ver qué nueva vida podía dársele a los tetrapacks.
Estos envases que se utilizan para diferentes bebidas (leche, vino, jugo) están hechos con el mínimo posible de papel, polietileno de baja densidad y aluminio. Esto se debe a que los tetrapacks, o tetrabricks, se crearon para ser lo más ecológicos posibles utilizando la menor cantidad de recursos para su fabricación, una premisa que cuida el medio ambiente desde el inicio.
De todas maneras, llegado el momento de desechar estos envases la opción de reutilizarlos es otra opción viable además del reciclaje. Un ejemplo de los usos que podía tener el tetrapack se vio hace algunos años en Buenos Aires, cuando se los utilizó para construir tachos de basura, que se colocaron en la Plaza San Martín y todavía están allí.
La alternativa que eligió mi amiga Patriciafue usar los tetrabricks para costruir las paredes que servirían como casa de juegos para su hijo. El resultado fue éste:
- lavó las cajas y después las cerró por los dobleces originales que luego sujetó con cinta adhesiva ancha,
- cuando tuvo suficiente cantidad, fue haciendo las “paredes”, utilizando las cajas como si fueran ladrillos, pegándolas entre sí con cinta adhesiva. Es importante “intercalarlas” para que las paredes queden más firmes.
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